En el año 1983 el productor holandés Wim Wigt reunía al trompetista Chet Baker con saxofonista Stan Getz, en una gira de 35 conciertos que les llevarían a través de varias ciudades europeas para concluir en Arabia Saudita. Un encuentro maldito, marcado por las envidias, los celos e incluso el odio existente entre ambos artistas. Dos personalidades incompatibles atrapadas en sus propias adicciones, la heroína para Baker y el alcohol para Getz. Noche tras noche estos sentimientos se avivaban y recrudecían, hasta estallar poco antes de la llegada de la banda a Arabia Saudita. Los registros de aquellas actuaciones obtenidos en los escenarios de Estocolmo en Suecia y de Baerum, en Noruega, nos muestran de forma paradójica, que la estatura artística de ambos músicos fue capaz de ocultar al público toda aquella animosidad y ofrecer, a pesar de todo, un jazz del más alto nivel.
Acompáñanos en nuestro podcast a revivir una de esas grandes historias que nos ha ofrecido la gran era jazzística, una historia protagonizada por dos personajes legendarios que en aquellos días del invierno de 1983, nos mostraron la estrecha frontera entre lo sublime de su arte y lo más oscuro que reside en el fondo del alma humana.