A mediados de los años ochenta del pasado siglo, el batería Tony Williams ya podía ser considerado uno de los grandes protagonistas del jazz moderno. En el segundo gran quinteto de Miles Davis de los ’60 había construido el paradigma de la rítmica postbop que iba a influir en varias generaciones de músicos en las siguientes décadas. Había sido también el gran pionero del jazz-rock, con su banda Lifetime, que con el álbum Emergency de 1969, dio a conocer al mundo este concepto musical revolucionario, antes incluso de que el propio Davis grabara su seminal registro Bitches Brew.
En el año 1986, cuando ya pocas cosas tenía que demostrar al mundo este genial artista, puso en la carretera un quinteto, que tendría un importante papel en el regreso del jazz acústico que se produce desde finales de los años 70, especialmente con la banda VSOP, cuya rítmica estaba también a cargo del propio Williams y que hoy podemos contemplar como un elemento precursor de la generación de los Young Lions que irrumpiría en la década de los noventa.
Los cinco registros producidos por esta banda desde el año 1986, hasta su despedida en los escenarios de Tokyo en 1992, nos muestran la originalidad y la frescura de una propuesta artística inspirada sin duda en la música de los Jazz Messengers de Art Blakey, modernizada con los elementos más vanguardistas de la banda del Davis de los 60. La solidez rítmica de Williams, la originalidad de sus composiciones que constituyeron el repertorio de la banda y el virtuosismo e inspiración de sus solistas, son los tres pilares que sostienen este legendario conjunto. En Radio Jazznoend os ofrecemos algunos de los momentos más brillantes del gran quinteto de Tony Williams de los ochenta que ha de ser recordado como una de las piezas esenciales de la historia del jazz moderno.